Villa de Soto es una localidad del Departamento de Cruz del Eje, Córdoba, que se destaca por la calidez de su gente.
En homenaje a esa tierra de arraigadas tradiciones, Héctor «Pocho» Luna regaló al mundo un poema que describe espacios comunes y recuerdos de un pasado tan presente.
Los personajes mencionados evocan historias compartidas cuya simiente trasciende los tiempos.
Hoy, gracias a las redes sociales, los herederos de añoranzas agradecemos la felicidad que otorgan los testimonios escritos.
Villa de Soto 50 años atrás
Qué lindo es Villa de Soto
Más lindo el Soto de antaño
Donde nadie era extraño
A la gente del lugar.
La ruta era el boulevard,
Hace más de cincuenta años.
Don Saldi, don Pedro Andrada,
Don Sosa, el bar San Martín,
Gómez Roja, Pellarín,
Doña Julia y su vecina
La señorita Molina,
Don Arsenio y los Jalín.
El Convento, los Eluani,
La Iglesia, Luna y Romero,
Castro, el Mudo peluquero,
La plaza, el kiosco de Segura,
Roque Luna, Don Yaryura,
Don Tesán y Don Barbero.
Al frente de Don Tesán,
Se concentraban allí,
Tenían que hacerlo así,
Para rebuscarse los pobres:
Tarula y el Gato Pobre,
Bacilo y Piti Miní.
Entre ellos se buscaban,
Como la mosca al zoquete,
Se formaba el ramillete
Siempre al frente de la plaza:
Rubén Pereyra, Juan Maza
Don Basallio y Don Barquete.
Alejo y también Don Butta
Aquel que fue el heladero;
A veces el ciego Quintero
Y en algunas tardecitas
Aparecía el Gomita
Y también don Pedro Agüero.
Doña Teresa Lombardi
Nunca dejó su sombrilla.
Don Luisito del agua fría,
Don Carabajal y Don Fulcheri,
Nicolás Hielpo y la Meri,
Don Souza y el Perdiz Díaz.
Carros cargados con leña,
Gente que viene de afuera,
Del Bañado, de la Higuera…
Criollos de faja y bombacha
Que a veces Boni Vizcacha
Cruzaba en su jardinería.
Todo el día la championa
Arreglando los caminos.
José Nieto y don Taurino
Criollos como Martín Fierro,
Calixto Arias, Salí Perro,
Don Salomón y Camino.
Sabía decir Don Ciriaco
Que el verano lo mataba,
A veces que no aguantaba
Días de mucho calor,
Pero el frío le era peor
En invierno se arrugaba.
Loli, Muela, Martín Luna,
Pelo de Liebre y el Churito,
El Chayo, Don Moyanito,
Farías y Don Belindo,
Y a la misa de los domingos
Era infaltable Benito.
La Angelina Rivadero,
Tatita y doña Simona
Ventilando sus personas.
El Guayrito con la Guayra.
También la Cándida Vargas,
Donato y la Panza de Goma.
No me podrá desmentir
Nadie que en Soto vivió.
Aquí el verso terminó,
Pero esta aclaración dejo,
¿Saben por qué es rengo Alejo?
Porque un chancho lo mordió.
Héctor «Pocho» Luna
