Durante la jornada del 9 de julio, Día de la Independencia, el Gobierno Nacional llevó a cabo la inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner, una obra de proporciones faraónicas que permitirá al país usar su propio gas en vez de importarlo.
La obra conecta al norte del país con Vaca Muerta, epicentro de las operaciones de explotación de gas natural en el país. Y también abre las puertas a un posible convenio de exportación hacia Chile y Brasil.
El acto de inauguración se llevó a cabo en Salliqueló, provincia de Buenos Aires, y contó con la presencia del Presidente de la Nación, Alberto Fernández; la Vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner; el ministro de Economía, Sergio Massa; y el jefe de Gabinete, Agustín Rossi.
Cabe destacar que la puesta en marcha del gasoducto estuvo cargada de simbolismo, no solo por el hecho de haberse inaugurado un 9 de julio, lo cual grita ‘soberanía’ a los cuatro vientos; sino también por la presencia de Massa y Rossi, precandidatos a la presidencia y vicepresidencia de la Nación en las PASO.
Otro símbolo mucho más grande es precisamente la aparición de CFK junto a Alberto, dos figuras que en los últimos meses se han caracterizado por su antagonismo, pese a formar parte del mismo gobierno. Estas dos últimas cuestiones -dicen desde Unión por la Patria- representarían una muestra de unidad, quizás no para el pueblo y sí para sus votantes, o quizás para ambos. Esto será algo que sólo el pueblo sabrá dirimir en las elecciones.
Soberanía energética y esperanza
Volviendo a la inauguración en sí, Massa remarcó que el gasoducto representa «el principio de cambio en la matríz económica y energética del país», haciendo hincapié en que la Argentina ya no dependerá de otros países para abastecer de gas al norte.
Un detalle a tener en cuenta es que pese a la inauguración, el Gasoducto Néstor Kirchner sigue en obras: El titular del Palacio de Hacienda mencionó que se prevé hacer en septiembre el llamado a licitación para el segundo tramo.
Este irá desde Salliqueló hasta San Jerónimo, para abastecer al litoral, y ya en esta instancia se podrá empezar el diálogo con otros países (los ya mencionados Chile y Brasil) por posibles exportaciones.
Finalmente, Massa aseguró que a partir del año que viene la electricidad sea más barata, y que las PyMEs sean más competitivas. Ahora bien, teniendo en cuenta las elecciones y ‘la grieta’, en la Argentina hablar del «año que viene» resulta ser una empresa bastante peligrosa.
