En la última semana, los vecinos de la localidad de Coronel Moldes fueron testigos de un hecho prácticamente insólito: El cura párroco del pueblo envió una carta a varias familias pidiéndoles una donación de 20.000 dólares.
Hugo Sánchez, cura párroco de la parroquia María Auxiliadora, envío una misiva donde solicita que los vecinos donen su dinero. Ahora bien, ¿Para qué son los 20.000 dólares? A lo mejor eran para costear el viaje de alguna persona a hacerse una cirugía costosa en otro país, o como parte de alguna especie de plan de obras de urbanización en alguna zona necesitada (es decir, la famosa ‘función social’ de la Iglesia). ¿Quizás serían para eso?
Pero no, la razón detrás del pedido es para financiar la compra de un mueble litúrgico, valuado en dicho monto:
«¡Paz y bien! Como es de público conocimiento, hemos adquirido un retablo a las Hermanas Adoctrices de Buenos Aires, para ornamentar el templo cristo Rey (…) El motivo de esta nota es para pedirles una ayuda económica, porque sé que ustedes son buenos y generosos cristianos.»
Hugo Sánchez – Cura párroco de Coronel Moldes
La misiva generó un importante malestar tanto entre las familias que la recibieron como en la población en general. En diálogo con Puntal, un vecino remarcó lo siguiente:
«Me algero de que en Moldes el único tema importante sea gastar US$20 mil -plata que la iglesia no tiene- en un adorno y no haya nada más que preocuparse.»
Vecino de Coronel Moldes
Una familia que recibió la carta mostró el monto que el cura les estaba pidiendo: 48.000 pesos o 100 dólares.
Cabe destacar que en la misiva se advierte que para el mes de septiembre, y «dios mediante», se procederá a hacer una limpieza sobre el dorado a la hoja del retablo «para que recobre su brillo original».
Finalmente, aquellas familias que hubieran decidido aportar a la causa, verán sus nombres puestos sobre una placa -bendecida, por cierto- al costado del templo.