El Juzgado Civil, Comercial y de Conciliación de 3a Nominación de Bell Ville admitió recientemente un pedido de triple filiación de una mujer.
El particular e histórico dictamen vino de parte del juez Eduardo Pedro Bruera, quien dispuso que la joven, de 29 años, pueda utilizar los apellidos de su progenitor de crianza y de su padre biológico.
Cabe destacar que en su presentación, la mujer expuso que se había enterado de que su padre de crianza no era su progenitor biológico, sino que este había fallecido. Posterior al descubrimiento, inició una demanda de impugnación al reconocimiento paterno y un reclamo de filiación extramatrimonial.
De esta forma, ella solicitó ser declarada hija de su progenitor biológico, pero conservando el apellido con el que fue reconocida toda su vida. Una vez que empezó a cursar el trámite de la demanda, el juzgado citó a los sucesores del padre fallecido para realizar una prueba genética. La misma arrojó una compatibilidad del 99,99%.
Paralelo a esto, el padre de crianza se opuso a la demanda de impugnación y solicitó mantener su vínculo filial con la joven. Es importante aclarar que su hija había iniciado la acción en su contra dado que la ley impide actualmente que una persona tenga más de dos vínculos filiales.
Fue a partir de este planteo que la mujer ratificó el pedido de triple filiación.
En su dictamen, Bruera afirmó que la ley protege a todas las familias independientemente de su composición, afirmando a su vez que no existe un modelo único de familia, lo cual impide restringir la definición a la pareja y los hijos, debiendo entonces considerarse a otros parientes e incluso personas que, sin ser parientes jurídicamente, mantengan lazos cercanos.