Corte Suprema de Justicia de la Nación

Durante unas tareas de mudanza de cajas del archivo de la Corte Suprema, los empleados del máximo tribunal descubrieron una importante cantidad de material con insignias nazis, las cuales podrían contener información sobre sucesos vinculados al Holocausto.

El hallazgo se llevó a cabo el pasado viernes, en el marco de la preparación de las obras del futuro Museo de la Corte Suprema. Al abrir una de las cajas, se encontró material propagandístico del nazismo, el cual data de 1941. Dado el calibre de los materiales encontrados, se dio aviso a las autoridades de la Corte.

Fue en ese momento que el presidente del tribunal, Horacio Rosatti, ordenó la puesta en marcha de un relevamiento de todo el material encontrado. Pronto se hizo un acto de apertura de las cajas, en conjunto con miembros de distintas entidades judiciales y religiosas.

Posterior al acto y al constatarse la procedencia del material, se resolvió que las cajas queden en custodia hasta que avance la investigación.

Según algunos registros de la Aduana, estos materiales habrían llegado a la Argentina un 21 de junio de 1941 a bordo de un barco que zarpó desde Japón. Las 83 cajas habían sido declaradas por la embajada alemana como elementos de uso personal para miembros de esa representación diplomática, reclamando su libre despacho.

Córdoba Tevé

Aún así, desde la Aduana se manifestó preocupación por el contenido de los libros y su excesiva cantidad, por lo cual se decidió consultar al entonces canciller Enrique Ruiz Guiñazú si el trámite iría en detrimento de la posición neutral que mantenía el país en ese momento.

En el medio, se inició un expediente en la Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas, dependiente de la Cámara de Diputados, gracias al cual hoy se puede rastrear el origen de estas cajas. Un 8 de agosto de 1941 se ordenó la apertura de cinco cajas al azar, en las cuales se hallaron publicaciones de «orden científico, literario y cultural, que encuadran en las limitaciones de propaganda acordada con el Gobierno».

Entre los papeles había distintos materiales de propaganda del régimen nazi y una serie de libretas con distintas identificaciones, algunas del Partido Nacional Socialista y otras del Frente Alemán del Trabajo, también de afiliación al régimen.

Ante tal hallazgo, desde la Comisión se exhortó al Gobierno Nacional a entregar los bultos, dadas también otras inconsistencias en las declaratorias de la embajada, caso puntual de un correo diplomático que en resultó ser un transmisor radiotelegráfico.

Sin embargo, el Gobierno Nacional se negó a secuestrar las cajas y en ese momento la Comisión acudió a la Justicia local, que luego remitió las actuaciones a la Corte Suprema, donde permaneció en el olvido por ocho décadas.

Volviendo al presente, las cajas fueron trasladadas a una sala del cuarto piso del Palacio de Tribunales de Buenos Aires, la cual está acondicionada para este tipo de materiales y cuenta con custodia policial.