Las lechuzas existen desde hace miles de años y ahora existe evidencia que demuestra que algunas de ellas eran caníbales. Se trata de una especie desconocida que vivió hace 40,000 años y se alimentaba de otras lechuzas.
La especie en cuestión lleva por nombre Asio ecuadoriensis y por los restos encontrados se presume gigante.
Científicos de Argentina y Ecuador son los encargados de semejante hallazgo. Los restos descubiertos indican que en Sudamédica habitó una especie de lechuza gigante caníbal.
El animal en cuestión medía 70 centímetros de alto y 150 de envergadura.
Habitaba las cuevas ubicadas en el centro de Ecuador, en la provincia de Chimborazo.
Este tipo de ave se caracteriza por incluir dentro de su dieta a otras lechuzas de menor tamaño: Restos fósiles de ratones, musarañas, aves y otros animales fosilizados que acompañan los nidales.
Pensemos que se trata de un ave rapaz que dominó a otras de especies similares que habitaron el pleistoceno tardío.
Estamos hablando de la parte última de la denominada era de hielo y los restos fueron descubiertos hace un par de años atrás.
Los resultados de la investigación permiten conocer características físicas de estas aves, tipos de alimentación y estilo de vida. Aunque falta determinar las causas exactas de su extinción, Se estima que se debió a los cambios climáticos.
Cabe destacar que sus parientes cercanos son los lechuzones orejudos que se caracterizan por tener un penacho de plumas.