Sin un horario en particular (creemos que para más suspenso), el Presidente Alberto Fernández anunciará esta tarde el paquete de medidas económicas para frenar la escalada inflacionaria, o más bien, dará inicio a la «guerra contra la inflación».
Este curioso título, que ya ha sido objeto de burla y cuestionamientos en las redes (destacamos el meme de una carta de cumpleaños que dice: Te invito a mi primera guerra contra la inflación, no faltes!) también sembró cierto debate sobre qué medidas tiene pensado llevar a cabo el Gobierno para detener el histórico problema de la inflación, o en su defecto, para intentar ganar las elecciones ahora en el 2023.
Con un poco más de la mitad de los argentinos en la pobreza, y un sistema laboral que se basa mayoritariamente en la informalidad, se hace más que importante contar con un Estado que adopte las medidas necesarias para revertir dicha situación.
Aún así, la falta de comunicación oficial por parte del Ejecutivo se dispone también a esta clase de cuestionamientos y burlas. Sin mencionar que durante la jornada del jueves la misma vocera presidencial, Gabriela Cerruti, había negado la puesta en marcha de esta «guerra».
De acuerdo a los pocos datos que se tienen, el plan del Gobierno podría incluir una ampliación del programa de Precios Cuidados y la creación de un fideicomiso para subsidiar el precio de la harina a nivel local (atendiendo así la emergencia de precios originada por el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia).
Cabe destacar que si bien este anuncio se iba a llevar a cabo desde Tucumán, se decidió cambiar su lugar a la Casa Rosada, a modo de brindar un aire de «institucionalidad».
