En su nuevo Informe Social, el Centro de Almaceneros hizo un relevamiento de la situación alimentaria de las familias argentinas.
El mismo reveló que, a raíz de la alta inflación, se vio una reducción o incluso la suspensión de ingesta de alimentos en los estratos más pobres de la sociedad. Esto indica que hay familias que directamente omiten algunas comidas para recortar gastos.
De acuerdo al departamento de Estadísticas y Tendencias del Centro, el país viene experimentando grandes cambios en el consumo alimenticio:
- Entre 2014 y 2015 se registró un corrimiento hacia el consumo de segundas y terceras marcas de alimentos.
- Entre 2016 y 2017 sobrevino el cambio de alimentos con proteínas por aquellos con hidratos de carbono.
- Desde 2021 empezó a notarse la reducción y/u omisión de comidas
El relevamiento se hizo en base a 4.800 hogares encuestados, de los cuales se logró hacer la siguiente división: Hogares que ganan hasta 60.000 pesos, 80.000, 100.000, 120.000, 140.000, y 160.000.
En los segmentos más pobres se vio un consumo promedio de 140,33 kilos distribuidos en 21 productos, siendo que según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), una familia de 4 personas debe consumir alrededor de 168,43 kilos distribuidos en 53 productos.
En estos hogares, se notó que los adultos debieron empezar a omitir distintas comidas del día: Sólo el 18% desayuna, y apenas el 14% cena.
En términos monetarios, el estudio arrojó que una familia pobre gasta alrededor de $40.733,80, lo cual representa el 67,89% de sus ingresos.
