tatuajes

Una empresa norteamericana ofrece convertir los tatuajes de los muertos en una verdadera obra de arte eterna.

En Cleveland, la vida después de la vida se transforma en arte después del arte.

Sabe My Ink Forever es una empresa que preserva los tatuaje de nuestros seres queridos.

Michael Sherwood y su hijo Kyle son los dueños del controvertido negocio.

El servicio que ofrecen tiene como objetivo rescatar el sentimiento que los tatuajes transmiten.

Tras un proceso que dura varios meses, el tatuaje se coloca en un cuadro que se entrega a la familia de la persona fallecida.

La pieza se asemeja a un pergamino y cuenta con un tratamiento que la conserva.

El costo del servicio varía dependiendo del tamaño del tatuaje y va desde los 2.000 hasta los 100.000 dólares.

Los pedidos llueven desde distintas ciudades de norteamérica por lo que los empresarios buscaron una forma de satisfacer la demanda.

En cada caso, Sherwood colabora con funerarias amigas que realizan la primera parte del proceso.

Siguiendo un tutorial y con el uso de un kit especial, las funerarias extraen la tira de piel.

Posteriormente, la piel es enviada a Cleveland en donde se finaliza el trabajo.

Aunque algunos de los clientes solicitan convertir los tatuajes en pantallas para lámpara, los Sherwood rechazan el pedido.