inteligencia

El «blob» es un organismo sin cerebro que nos obliga a replantear el concepto que tenemos sobre la inteligencia.

Physarum Polycepalum es su nombre científico pero comunmente se conoce como «blob».

Existe una criatura extraordinaria que tiene maravillado a los científicos.

No tiene cerebro pero tiene la capacidad de armar estrategias perfectas para lograr sus objetivos.

Se trata de un súper organismo que no es un animal, una planta o un hongo.

Tiene tantos nombres como características posee. Lo puedes encontrar como:

Moho mucilaginoso
Moho del fango
Moho del limo
Moho deslizante
Hongo mucoso
Moho acuático
Moho de muchas cabezas

Un detalle curioso es que pese a que se compara con el moho, la ciencia determina que no es estrictamente cierto.

Es un protesta de una célula gigante que contiene muchas cabezas y que puede verse sin ayuda de un microscopio.

Hay cerca de 900 especies de ellos y el blob es el que fascina a la ciencia.

Al igual que los pulpos, utiliza tentáculos que le permiten avanzar en todas las direcciones a la vez.

Su comportamiento es similar al que realizan las máquinas en la resolución de problemas.

El lenguaje que utiliza es químico para expandir sus dominios.

Para lograr sus objetivos recurre a formas primitivas de memoria que se traducen en complejas estrategias.

La avena es su debilidad y para conseguirla diseñará caminos que ayudan a resolver problemas.

Estudiar el comportamiento del blob sirve para extender los conceptos que los humanos creamos sobre la inteligencia.

Aunque parezca imposible, el physarum demostró que los seres humanos seríamos más felices sin las fronteras.

Conocerlos también nos permite conocer las mejores rutas terrestres y las del universo.