Impulsado por el temor de un colapso total del sistema sanitario, el gobierno de San Pablo en Brasil decretó el toque de queda.
Consecuencia de los estragos que produce la pandemia, San Pablo decidió instalar distintas restricciones.
Una de ellas, el toque de queda nocturno, regirá a los 46 millones de personas que habitan el lugar durante al menos 15 días.
Pese a las estadísticas de muertes diarias y el colapso sanitario en algunos lugares, Jair Bolsonaro criticó la medida.
El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se opuso a las medidas restrictivas instaladas en distintos puntos del país.
Contrario a lo expresado por sus gobernadores e intendentes, pidió a la población no hacer la cuarentena.
También pidió a los habitantes no entrar en pánico al mismo tiempo que justificó el lento proceso de vacunación.
Sin embargo, la cantidad de muertos registrados en día superó el record este martes pasado.
La misma historia ocurrió con el número de personas infectadas y el reporte de colapsos sanitarios en distintos puntos del país.
Además, tenemos que agregar el condimento mortal que suma la presencia de variantes agresivas del virus.
Con ese panorama, San Pablo decidió restringir las actividades de contacto con la instalación del toque de queda.
La medida se extiende por dos semanas y afecta a los negocios que suelen funcionar de noche.
A partir del sábado cerrarán parques públicos, plazas, playas, gimnasios, shoppings, teatros, cines, bares, restaurantes etc.
