En el programa de Luis Majul, Patricia Bullrich reconoció haber falseado la información sobre presuntas coimas en la compra de vacunas.
Las declaraciones de Bullrich aparecieron después de que la empresa Pfizer desmintiera la existencia del presunto pedido de coimas.
También ayudaron en la decisión los anuncios del presidente Alberto Fernández y del ex ministro de Salud sobre acciones legales en su contra.
Por si todo eso no fuera poco, la propia Carrió salió al cruce afirmando que no se puede acusar sin pruebas.
Acorralada por todos lados, la representante del PRO tuvo que dar marcha atrás con sus declaraciones y reconocer que mintió.
Pese a reconocer la falsedad de su denuncia, la desmentida se enfoca en preservar a la empresa Pfizer.
Sobre todo si consideramos el categórico comunicado que lanzó la farmacéutica sobre las presuntas coimas anunciadas por Bullrich.
Al parecer Bullrich no midió las consecuencia políticas, legales y económicas que generarían sus acusaciones.
Peor aún, sin contar con las pruebas que lo certifiquen, lanzó al aire una grave denuncia.
Hasta de su propio entorno reconocieron que esta vez se equivocó y los resultados de ese error saltan a la vista.
Para recuperar un poco de prestigio, excluyó de cualquier culpa a Pfizer y regresó a su caballito de batalla que es fomentar la grieta.
Aún cuando se reconoce anticuarentena y antivacuna, enfoca sus esfuerzos en criticar los fallidos acuerdos con los laboratorios.
En el mismo programa de Majul reafirmó su deseo de continuar su lucha contra el gobierno de turno.