Pekin

Un nuevo rebrote del Covid-19 obligó a las autoridades de China a confinar a los 21 millones de personas que viven en una ciudad.

La pandemia por el Covid-19 continúa haciendo estragos en distintas partes del mundo.

China, el lugar en donde inició todo, vuelve a los confinamientos selectivos cuando se detecta algún tipo de rebrote.

Las autoridades de la ciudad de Chengdu, en China, lanzaron un operativo de aislamiento social para los 21 millones de habitantes.

A partir de las 18 horas, todos los habitantes de ese lugar deberán permanecer dentro de sus hogares.

La única persona autorizada para realizar las compras serán quienes muestren un PCR negativo realizado 24 horas antes. Cada familia deberá designar a un integrante mayor de edad para conseguir los víveres necesarios.

Solamente podrán entrar y salir de Chengdu quienes porten un pasaporte electrónico que los habilita para tal fin.

A diferencia de otros países, la disciplina de los habitantes chinos durante los distintos confinamientos ha sido ejemplar.

El gobierno establece estrictos controles en las calles y coloca puestos de hisopados masivos en las puestas de los complejos habitacionales.

Además, los esfuerzos de las autoridades sanitarias son bien vistas por los pobladores porque se entiende la gravedad de la situación.

Los chinos conviven desde hace mucho tiempo con los barbijos por lo que no resulta una carga llevarlos todo el tiempo.

Mientras que en Occidente, la situación es totalmente opuesta. Los países en donde aún circula el virus, las restricciones desaparecieron.

En esta parte del mundo, el barbijo se lleva como una pesada carga y se entiende como una forma de esclavitud.

Sin embargo, los infectólogos aseguran que usar el tapabocas nos protege contra muchos virus que circulan en el aire, algunos de ellos de consecuencias mortales.