clima

Como parte de un ambicioso plan para controlar el clima, el gigante asiático lanzó la idea de sembrar nubes mediante drones.

Tras la creación de un sol artificial, China proyecta la siembra de nubes en una parte de su territorio.

El Totamak, la máquina que funciona como un sol artificial en China, es el claro ejemplo de las acciones chinas para controlar el clima.

Funciona gracias a la energía de fusión nuclear restante que lo alimenta.

En esa misma sintonía, surge ahora la intención de cultivar nubes en los cielos de China.

Para lograrlo, los científicos contarán con la ayuda de drones que ejecutarán el plan.

Aunque parece algo sacado de la galera de un mago, la realidad es que se trata de una práctica utilizada en otras partes del mundo.

Este forma de manipulación del clima fue descubierta en 1946 por Vincent Schaefer y a partir de ahí se inició la puja por la manipulación del clima.

Tanto empresas privadas como gobiernos experimentan y se benefician de este descubrimiento.

En la actualidad, la siembra de nubes se utiliza, entre otras cosas, para:

  • Controla el granizo
  • Disipar la niebla
  • Disminuir la contaminación
  • Hacer llover
  • Favorecer a la agricultura

Más allá de todas sus ventajas, la manipulación del clima con herramientas de este tipo acarrea problemas legales y éticos.

En ese sentido, hay quienes aseguran que manipular el clima crea daños irreversibles en la naturaleza.

Por otro lado, la creación de nubes artificiales también genera disputas entre gobiernos vecinos que se acusan del robo de lluvia.