tatuajes inteligentes

Los tatuajes inteligentes son el próximo paso que proponen los diseñadores de la tecnología vestible para el futuro.

Una tendencia wereable que arrancó en 2015 empieza a germinar de manera masiva y al servicio de la humanidad.

Se trata de los tatuajes inteligentes, una manera práctica de acercar el cuerpo a la tecnología.

En los inicios de la humanidad, los tatuajes cumplieron un rol distinto al decorativo que se utiliza en la actualidad.

Dependiendo de la cultura, se usaron para designar estatus político, económico, religioso, militar o social.

Con el pasar de los tiempos, tanto las técnicas como los significados evolucionaron hacia formas personalidades de expresión.

Pensando en esa idea, la ciencia empezó a desarrollar proyectos que proponen a los tatuajes como una extensión de la piel.

La start-up Chaotic Moon fue la primera empresa que en 2015 empezó a desarrollar tattoos para monitorear la actividad física.

A partir de ese momento, algunas universidades del mundo se aventuraron a explorar el terreno cyborg.

Un claro ejemplo lo tenemos en el proyecto Dermal Abyss que desarrolla la Universidad de Harvard en combinación con el MIT.

El objetivo es crear tatuajes en donde la tinta funciona como sensores que indican diferentes estados de salud.

Bajo la misma línea, la Universidad de Cornell de Estados Unidos redobló la apuesta con un tatuaje inteligente modular.

Al igual que funcionan los legos, el módulo se coloca en distintas partes del cuerpo, de acuerdo a la necesidad de quien lo utiliza.

Por el momento, el desafío que enfrenta este tipo de tatto es el de la flexibilidad, suavidad y grosor.

La idea es que cada módulo se adapte a la piel de manera tal que no genere incomodidad.

El proyecto se llama SkinKit y tiene como objetivo crear circuitos en bloque que ayudan a reportar datos del cuerpo humano.