El consumo de carne de perros en Corea del Sur, al igual que otros países asiáticos, es una costumbre arraigada.
En un intento por implementar un cambio cultural, el gobierno planea prohibir el consumo de este tipo de carne.
De acuerdo a las estadísticas, la carne de perro es consumida principalmente por adultos mayores.
Algunos restaurantes de Corea del Sur la incluyen dentro de la carta como una opción culinaria.
También se puede conseguir la carne fresca de perros en los mercados locales por lo que los criaderos también abundan.
Moon Jae-in, presidente de Corea del Sur, es el principal promotor de la idea.
Esta propuesta se inscribe dentro de un profundo debate sobre la controvertida práctica.
A ello se suma una creciente ola de personas que consideran a la matanza de perros como un acto cruel.
Más allá de las razones justificadas de los proteccionistas de animales, la lucha en este caso es cultural.
habrá que esperar el resultado que se obtiene al tratar de convencer a personas que pasaron toda su vida comiendo esta carne.
Como pasó con otras tradiciones que se intentaron erradicar, es de esperarse un alto porcentaje de rechazo a los cambios.
Porque al margen de las razones científicas y humanitarias, al ser humano le cuesta abandonar los hábitos.
De manera paralela a la prohibición de consumo de carne perruna, el gobierno analiza otras medidas.
Entre ellos se encuentra la propuesta de crear un registro obligatorio de perros y controlar a los que vagan por las calles.
