Los casos de fraude inmobiliario crecen de manera alarmante en algunas de las importantes ciudades de Canadá.
Una sofisticada modalidad de estafa en Canadá tiene en vilo a las autoridades y a los propietarios de viviendas.
Se trata de un tipo de robo que requiere un aceitado sistema implementado por estafadores que saben lo que hacen.
Pese a la complejidad de su implementación, el número de personas afectadas por este ardid crece de manera alarmante.
De acuerdo a las estadísticas oficiales, las ciudades afectadas son Toronto y Vancouver.
El costo de las propiedades en esos lugares supera los US$750.000 en promedio.
Los ladrones aprovechan la prolongada ausencia de los dueños de casa para poner en marcha el plan.
Con documentos falsos y actores experimentados, los delincuentes engañan a los incautos compradores.
Canadá, al igual que en el resto del mundo, atraviesa una crisis de vivienda que favorece este tipo de robos.
Según reportaron las autoridades, el fraude inmobiliario afecta a personas que se ausentan de casa por un largo período de tiempo.
Durante ese período, los estafadores ponen en venta la vivienda como si fueran los verdaderos dueños.
La policía sospecha que en el armado de la farsa participan personas que se dedican al rubro inmobiliario.
En algunos de los casos, las víctimas se enteran del fraude pasados varios meses cuando regresan de viaje.
