Con cada vez mayor frecuencia, el número de corzuelas observadas en la cercanía de las viviendas en Mendiolaza crece.
En los últimos días se a notado un incremento en la cantidad de corzuelas que merodean las viviendas de Mendiolaza.
Sobre el fenómeno, los especialistas afirman que se trata de un proceso migratorio obligado.
Al igual que ocurre con los carpinchos en el Nordelta, las corzuelas aparecen por la invasión y/o destrucción de sus hábitats.
Vecinos de la localidad de Mendiolaza que limitan con Unquillo afirman que las corzuelas se ven con mayor frecuencia.
Cabe destacar que en Mendiolaza conserva aún parte de su bosque nativo por lo que no es raro encontrarse con algunos animales.
Sin embargo, el avistamiento de corzuelas no está dentro de las especies que frecuenten el lugar.
Otro de los factores que pueden favorecer este tipo de comportamiento animal tiene que ver con los incendios forestales.
En Córdoba, los incendios forestales arrasan con la vida animal, vegetal y, a veces, humana.
La fauna que sobrevive al fuego se desplaza hacia zonas favorables para la vida.
Los vecinos de Mendiolaza han tomado videos de las corzuelas pastando cerca de las viviendas. Las imágenes circulan por las redes sociales y en ellas se puede apreciar la frecuencia de las visitas animales.
El problema de los animales salvajes ingresando a los sectores urbanos es un problema totalmente humano. Lejos de culpar a las especies, llámese carpinchos, chanchos del monte o en este caso corzuelas, corresponde a los humanos encontrar una solución de sana convivencia.
Contrario a lo que algunos opinan, los animales no son plagas que se reproducen de manera descontrolada. Son en realidad víctimas de nuestra idea equivocada de creernos únicos en la especie, indestructibles y con el poder de invadir a nuestro antojo.