A la edad de 91 años, el padre de la Perestroika, Mijaíl Gorbachov, murió tras una dura y larga enfermedad.
El último líder de la Unión Soviética falleció a la edad de 91 años.
El deceso fue confirmado por el Hospital Clínico Central de Moscú, lugar en donde el ex mandatario permanecía internado.
Sus restos serán depositados en el cementerio de Novodevichy, cerca de la tumba de su esposa y de otros reconocidos personajes.
Gorbachov recibió el premio Nobel de la Paz en 1990 por sus esfuerzos para fortalecer las relaciones entre la URSS y Estados Unidos.
En 1990 asumió la presidencia de su país, enfrentando un año después un intento golpista.
Pese a la distancia estratégica que los separaba, Vladimir Putin le supo enviar un mensaje en su 90 aniversario:
«Usted pertenece, desde luego, a esa categoría de personas extraordinarias, de destacados estadistas de la era moderna que ejercieron una influencia notable en la historia patria y mundial»
Confirmado el deceso, Putin expresó sus condolencias a la familia del ex mandatario.
En sus últimos días, Gorbachov vivió bajo modestos estándares, añorando siempre a su esposa Raisa.
Para la historia moderna, la figura de Mijaíl se debate entre el amor y el odio expresado por su propio pueblo.
Ese mismo dilema se observa en Occidente. Mientras algunos resaltan su labor heroica, otros tantos lo califican de traidor.
Con su muerte, un capítulo importante en Rusia se cierra para dar paso al que actualmente escribe el gobierno de Putin.
