Cojín

Una empresa china distribuyó entre sus empleados un cojín inteligente cuyo objetivo principal es vigilar el rendimiento laboral.

«Every breath you take» es un cojín inteligente presuntamente diseñado para controlar la salud que guarda un secreto.

Por lo menos fue lo que identificaron los empleados de una empresa que sirvieron de conejillos de indias.

La historia empezó cuando una empresa china de tecnología le pidió ayuda a sus empleados.

Bajo autorización previa, a cada trabajador se le entregó un cojín para probar el producto.

A los participantes del testeo se les informó que el objetivo del dispositivo es recolectar datos de salud.

Entre las tareas a realizar por el cojín se encuentran:

  • Registrar las posturas incorrectas en las sillas
  • Medir el ritmo cardiáco
  • Detectar el nivel de cansancio a través de la respiración

El problema inició después de que algunos de los participantes descubrieron el verdadero trabajo del cojín.

En realidad se trata de un aparato espía que controla el rendimiento laboral en la empresa.

Así lo descubrieron los afectados después de que el cojín reportó a los jefes la cantidad de ausencias.

La estrategia resultó perfecta para los empleadores pero generó también un largo debate sobre la privacidad laboral.

Los afectados afirman que se trata de una invasión a la intimidad.

Otro de los argumentos en contra tiene que ver con el efecto psicológico que produce el sentirse vigilado.

También está en tela de juicio el tema del engaño al que fueron sometidos los trabajadores.