Para combatir la sequía, la lluvia en Dubai viaja en drones gracias a la puesta en marcha de un ingenioso proyecto.

Con la ayuda de drones controlados, la falta de agua en zonas áridas puede llegar a ser cosa del pasado.

Mientras en algunos lugares de América se utilizan drones para espantar las lluvias y favorecer las cosechas, en Dubai se hace lo contrario.

Un proyecto puesto en marcha meses atrás consiguió fabricar lluvias artificiales de manera controlada.

Imagina tener un control remoto que te permita abrir la canilla del cielo cuando sea necesario.

Para lograr el objetivo, los creadores de la iniciativa utilizan drones que transportan ondas eléctricas capaces de crear agua.

Gracias a la ayuda de la tecnología, el proceso físico se puede conseguir en un abrir y cerrar de ojos.

Una vez en el aire, los artefactos recolectan la información necesaria de las nubes para producir tormentas.

La nave utiliza 40 minutos de vuelo para que los sensores absorban toda la data almacenada en los bancos nubosos.

Según los datos reportados, este método produce gotas enormes que lograr caer en tierra. Este dato es importante porque las gotas de las precipitaciones comunes son tan pequeñas que sucumben al calor del ambiente y desaparecen antes de tocar el suelo.

Aunque el proyecto está en la fase de prueba, las expectativas sobre los beneficios que proporciona son enormes.

Esto es así porque producir agua en un lugar donde escasea no tiene precio. La temperatura en Dubai supera, en ocasiones los 50° y llueve muy poco, 101 milímetros al año en promedio. Para tener un punto de comparación podemos pensar que en Washington Estados Unidos caen 1.100 milímetros anuales.

Gracias al éxito obtenido hasta el momento, algunos países planean replicar la idea.