Trump

La lucha por el control del Congreso de Estados Unidos entre republicanos y demócratas llegó a un punto incierto en las elecciones.

Estados Unidos elige por estas horas a quienes ocuparán los nuevos cargos dentro del Congreso.

Tras el anuncio de los primeros resultados, la situación evidencia un tenso equilibrio entre las dos fuerzas que disputan el poder.

Republicanos y demócratas compiten palmo a palmo por tener una diferencia mínima que permita asegurar el control de las cámaras.

Hasta el momento, la ola roja anticipada por Trump fue apenas una promesa que abre una pequeña esperanza a los demócratas.

La polarización en Estados Unidos es tan grande que los partidos pujan por ganar una diferencia mínima de votos.

Estas elecciones son significativas porque afectan de manera directa a la gobernabilidad de Joe Biden.

Con una grieta tan profunda entre los votantes, el escenario político se antoja hostil para ambos bandos.

Aunque el triunfo acompañe al partido de Trump, algunos analistas aseguran que el beneficio que obtendrá será escaso.

Esto es así porque Ron Desantis, el republicano ganador por Florida, se perfila como candidato presidencial.

Sea cual sea el resultado final de las elecciones, es clara la división social en el país, una característica que se repite en casi todo el mundo.

El principio del anunciado nuevo orden mundial supone el afianzamiento de la puja de dos modelos sociales.

Uno de ellos enfocado en el derecho de los seres humanos y otro en la limitación de los mismos.