La presencia de un globo espía sobre territorio aéreo norteamericano causó un verdadero revuelo internacional.
Un globo aerostático detectado por el Pentágono tensa la relación diplomática entre Estados Unidos y China.
La nave vuela a gran altura y las autoridades sospechan que su objetivo es recolectar información.
Este tipo de objetos suelen aparecer de vez en cuando pero es la primera vez que permanece tanto tiempo sobre suelo yanqui.
Pat Ryder, portavoz del Pentágono, informó que por el momento no existe riesgo militar o físico.
Sin embargo, los altos mandos de Defensa contemplaron el derribo del globo como una de las opciones viables.
Después de evaluar la situación, los militares cancelaron la idea para evitar los posibles daños que ocasionaría la caída.
Se estima que el largo del globo equivale a tres autobuses y sobrevuela una zona plagada de misiles.
Hasta el momento, la tibia respuesta de China sobre lo sucedido alimenta la marea de especulaciones que circula en las redes.
Sin negar de manera rotunda los hechos, Mao Ning, portavoz de Exteriores en China, declaró en una rueda de prensa:
«Hasta que los hechos se clarifiquen, la especulación y el revuelo no van a ayudar a solucionar apropiadamente este asunto»
La polémica llega en un momento clave por tres hechos que involucran a los dos países y que no se pueden evitar.
Por un lado está el viejo conflicto entre China y Estados Unidos por Taiwan. En segundo lugar tenemos a los bandos opuestos que ocupan ambos países respecto a la guerra entre Ucrania y Rusia. Por último, la visita programada a China de Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU.
Como era de esperarse, las voces republicanas inundaron las redes sociales, exigiendo el exterminio del aerostático.
