litio

Tanto China como Estados Unidos apuntan al control de la comercialización de las reservas de litio de América Latina.

La carrera por el dominio de los recursos naturales desató una verdadera guerra económica entre Oriente y Occidente.

A la lista de recursos encabezada por el agua y el petroleo se suma el litio, un elemento químico que abunda en tres países.

Argentina, Bolivia y Chile poseen más de la mitad de la totalidad del codiciado metal existente en el mundo.

El litio es un elemento químico alcalino que se utiliza para crear sistemas de almacenamiento de energía limpia.

Se le conoce también como «oro blanco» por el impulso que le inyecta al complejo mundo de la economía.

La pelea por controlar el mercado de este metal entre dos de las potencias mundiales no es casual.

Estados Unidos y China son conscientes de los desafíos que impone el irreversible cambio climático.

La humanidad está por conocer los efectos de la falta de energía en un planeta carente de recursos.

Anticipando los escenarios apocalípticos que los economistas pronostican, las superpotencias preparan sus estrategias.

El ejemplo más claro lo tenemos en la producción de baterías para la creciente industria de autos eléctricos.

Como sabemos, la fecha propuesta por la Comisión Europea para el fin del petróleo está llegando antes de lo previsto.

En consecuencia, los tiempos apremian soluciones rápidas y eficientes a un problema que nos pisa los talones.

Fiel a su estilo, el gobierno chino empezó a buscar, desde hace tiempo, oportunidades de comercio para conseguir recursos.

Por otra parte, Estados Unidos empezó a despertarse en el tema, compitiendo palmo a palmo con China en los mismos mercados.