Este jueves 7 de octubre se celebra en todo el globo terráqueo el Día internacional de los pelados y peladas.
¿Quién no conoce o tiene algún familiar o amigo al que le falta el pelo?
En países como España, Alemania y República Checa, cerca del 50% de los hombres adultos padecen de algún grado de calvicie.
Si bien es cierto que el problema afecta a los hombres en su mayoría, hay también mujeres calvas.
Más allá del tono divertido al que puede remitir la conmemoración, la fecha permite reflexionar sobre el tema.
Desde el punto de vista de la salud, la calvicie es una señal de falta de nutrientes y desequilibrios físicos.
Las personas que reciben quimioterapia pierden el pelo sin haberlo deseado. Lo mismo le ocurre a quienes padecen enfermedades nerviosas.
En el otro extremo de la historia, una persona que pierde el cabello de manera voluntaria lo hace por moda, diversión o rebeldía.
Tenemos los casos concretos de famosos actores, cantantes, modelos o deportistas calvos que son la envidia de muchos.
Podemos referirnos a los actos de rebeldía que mujeres y hombres han protagonizado tras raparse la cabeza.
En tiempos antiguos, el corte de la cabellera simbolizaba un acto de ofensa extremo e imperdonable en muchos casos.
Actualmente, el culto al cabello continúa bajo las reglas que la religión o la estética dicta.
Ya sea por moda o por el simple destino, las personas peladas tienen un día marcado en el calendario para celebrar.