Por tercera vez en el año, el Banco Central dispuso la suba de la tasa de interés para elevar las ganancias en los plazos fijos.
Tras una larga reunión, el directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) autorizó una nueva suba en la tasa de interés de referencia.
Con esta medida es la tercera vez en el año que se autoriza un incremento a las tasas de interés. El primero de ellos fue el 6 de enero y en esa ocasión, la tasa de interés pasó del 38% al 40%; el segundo arrancó el 17 de febrero y en esa ocasión, la tasa se modificó del 40% al 42,5%.
En esta ocasión, la suba es de 2 puntos por lo que la tasa autorizada en febrero del 42,5% se ubica en un 44,5%.
De acuerdo a la explicación que brindó el Banco Central, la medida responde al impacto que la economía mundial tiene en los países.
«La economía mundial enfrenta un shock de oferta que se traduce en subas de los precios”.
En un comunicado mucho más exteneso, el BCRA asegura que en el país se están tomando medidas para disminuir el mencionado «shock de ofertas».
Una de ellas es la de mover los dos puntos porcentuales de la tasa de interés e impedir que los ahorros salgan de las cuentas.
Respecto al balance económico que los especialistas realizan sobre la situación Argentina, las conclusiones son poco alentadoras.
Si bien es cierto que los ahorristas se benefician con el incremento de la tasa de interés en los plazos fijos, la ecuación no permite ganarle a la inflación. El salario real está en el mismo camino y el peso argentino pierde competitividad en los mercados.
Mientras que el país enfrenta los embates del FMI tras una negociación apretada, la recesión que la pandemia instaló recrudece.
También se observa la debilidad del oficialismo que se originó puestas adentro tras los desacuerdos por decisiones tomadas en la gestión.
El manejo de la pandemia, las negociaciones con el FMI y el rumbo que tomó la economía en los últimos tiempos son algunos de los puntos de conflicto dentro del Gobierno.
Por otro lado, la cercanía de las próximas elecciones añade complejidad al tablero político y a las disputas de poder.
Mientras tanto, la oposición mueve sus piezas para lograr la simpatía de los electores.
La economía argentina está debilitada y las posibilidades de recuperación son cada vez menores. El peso frente al dólar perdió valor y la inflación trepó de manera descontrolada.
Sin embargo, Argentina cuenta dentro de la experiencia de su historia misma con la posibilidad de encontrar esa vuelta de tuerca que necesita para oxigenar a la economía.