Un parque ubicado en el sur de la península de Corea esconde un cementerio plagado de incalculables tesoros.

En el parque Daereungwon de Gyeongju descansan monarcas y personalidades de la nobleza del reino Silla.

A simple vista, el lugar es un típico parque, tranquilo y encantador, lleno de arboles y en que sobresale un estanque de plantas acuáticas.

El terreno presenta también un camino sinuoso protegido por pequeñas colinas.

Pero debajo de cada elevación, una cápsula funeraria guarda los restos de un monarca y de sus preciados tesoros.

Son 23 colinas en total y 13 de ellas ya fueron exploradas en 1973.

Gracias a esa investigación se pudo saber que los tesoros pertenecen a la dinastía Silla.

El reino Silla se destacó por sus exuberantes riquezas, la majestuosidad de sus ciudades y el trabajo incansable de sus pobladores.

De acuerdo a sus creencias en el más allá, enterraban a los nobles junto a las joyas y pertenecías que disfrutaría tras la muerte.

En cada fosa funeraria se guardaban joyas, espadas, oro, cofres, entre otras pertenencias.

De las tumbas excavadas, destaca la denominada «tumba del caballo celestial».

Se llama así por la figura equina de 8 pies alados pintada sobre una silla de montar que se encontró en el lugar.

También sobresale la fosa contigua que alberga dos cuerpos, rey y rey a respectivamente.