Basado en la evolución de la pandemia en Córdoba, el COE analiza un esquema mixto de restricciones que contemple ampliar las licencias.

Después de la experiencia que provocaron estos últimos 14 días de ASPO, en el gobierno de Juan Schiaretti consideran que no hay margen social para sostener una medida estricta, pero entonces se enfrentan el mismo dilema de las últimas semanas: cómo compatibilizar nuevas aperturas y otorgar más concesiones en el peor momento sanitario de la provincia.

Los sanitaristas del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) Central están convencidos que no es momento para ningún tipo de relajación y argumentan que las restricciones vigentes arrojarán los resultados esperados. Desde allí justifican la necesidad de disminuir al máximo la circulación.

En cambio, desde la pata política de la mesa interdisciplinaria interpretan que es necesario buscar un nuevo esquema que le dé un respiro a los sectores que sufrieron el impacto de las últimas decisiones.

En ese contexto, el gobierno busca una alternativa mixta, que equilibre ambos planteos y que descomprima las tensiones sociales. No descartan sostener las restricciones que van de 20 a 6 de la mañana, pero habilitar, por ejemplo, los restoranes con una prolongación horaria. Todo eso está bajo análisis y discusión.

Además, otro factor que preocupa son las consecuencias de las reuniones clandestinas por el Día de la Madre que comenzarán a sentirse en breve y que golpearán al ya fatigado sistema de salud provincial.

Así mismo, como las proyecciones oficiales hablan de que hasta mediados de noviembre el virus pegará con fuerza en Córdoba, y también se espera un considerable aumento en el número de fallecimientos a causa del Covid-19.

Fuente: diarioalfil.com.ar