Por presuntos actos de corrupción ocurridos una década atrás, el Congreso de Perú aprobó la destitución del presidente Martín Vizcarra.

De manera inmediata, Vizcarra declaró que no apelará la decisión y evitar así el incremento de la crisis que vive el país por la pandemia.

La decisión anunciada por el Congreso ocasionó disturbios entre la población que aprueba el mandato de Vizcarra.

Aunque los seguidores del expresidente pidieron que se inicie un proceso de impugnación, Vizcarra aceptó la decisión sin protestas.

Acompañado de sus ministros, Vizcarra anunció que dejará de manera inmediata el palacio de gobierno.

El bloque que impulsó la destitución se apoyó en la «incapacidad moral permanente» así como los presuntos actos de corrupción ocurridos tiempo atrás.

Se le acusa de haber aceptado sobornos por 630 mil dólares por obra pública.

Dicho sea de paso, los datos en que se apoya la acusación pertenecen a una causa por la que aún no se emite el fallo.

Tampoco se determinó la veracidad de las pruebas para que se traduzcan en una condena firme.

Sin embargo, bastaron 105 votos a favor para sacar al presidente de su cargo.

La persona que asumirá el cargo es Manuel Merino, actual presidente del Congreso de Perú.

Merino es un empresario agrícola referente de la región Tumbes, sector ubicado al norte del país.

En respuesta a la decisión tomada por el Congreso, miles de manifestantes salieron a las calles en apoyo a Vizcarra.

Los mismos que pertenecen al más del 54% de la población que apoya su gestión.

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