Joe Biden se encuentra bajo la mira del FBI después de que se ordenara un allanamiento a la casa de playa del mandatario.
«Haz lo que yo digo, no lo que yo hago» es el dicho popular que mejor describe a Joe Biden en este momento.
De acuerdo a la información difundida, siguió el mismo ejemplo de Donald Trump al esconder documentos oficiales.
Aunque sus abogados afirman que el caso es totalmente distinto, las semejanzas son abrumadoras.
El objetivo del allanamiento es recuperar los archivos secretos que se supone conserva el Presidente en su casa de verano.
La investigación de campo arrancó este miércoles e incluye un operativo de búsqueda en una de las viviendas personales de Biden.
Hasta el momento se desconoce la cantidad y el contenido de los documentos encontrados en el lugar.
Sin embargo, la situación pone en evidencia el rol activo que desarrolla la policía federal de Estados Unidos.
Un claro ejemplo lo tenemos cuando el FBI requisó una de las mansiones de Donald Trump, buscando evidencias de un presunto espionaje.
En ese momento, el ahora expresidente se resistió a la autoridad, negando cualquier acusación en su contra.
El brazo de la justicia se extiende hasta la actual gestión, generando un momento incomodo que cuestiona la calidad moral de Biden.
Las reglas de juego en el poder cambiaron y los mandatarios de Estados Unidos deberán ajustarse a los nuevos tiempos.
Tiempos atrás, el poder de los presidentes se calculaba en la cantidad de secretos que guardaban. Actualmente, las puertas que conducen a esos misterios se están cerrando.
