piedras

Existe un pequeño pueblo en donde las piedras se comportan de una manera digna de cualquier relato fantástico.

Si te dijera que algunas rocas tienen la capacidad de crecer a lo largo de su existencia, respiran y se mueven, ¿me creerías?

Bueno, en un pequeño pueblo de Rumanía se produce este raro acontecimiento.

A estas piedras se las conoce como Trovants y se pueden encontrar en Costeşti, una ciudad del distrito de Argeș en Rumania.

Por sus características únicas, la UNESCO declaró a las Trovants como monumentos patrimonio de la humanidad.

Las rocas vivas aumentan 5 centímetros cada mil años, poco tiempo si consideramos que el mundo mineral que existe hace millones de años.

Aunque el fenómeno parece sacado de un cuento de hadas, la ciencia ofrece una respuesta clara.

Tras una reacción química del agua, las capas de arenisca y carbonatos que rodean el duro bloque de las piedras se reproducen.

Al fraccionar estos minerales, el aspecto interno se asemeja a los anillos que el tronco de los árboles poseen.

Respecto al movimiento, las teorías afirman que se produce por la fuerza que ejerce la gravitación en el proceso de crecimiento.

Utilizando tecnología compleja, el pulso y la respiración de los objetos que consideramos inertes se verifica.

Los procesos son lentos y duran entre semanas y miles de año para presenciarlos. Dicha situación nos revela el maravilloso mecanismo que la naturaleza utiliza para proteger y reproducir a sus creaciones.

En el caso de las Trovants, existe un museo que las preserva y el acompañamiento que hacen todas las personas que las admiran con respeto.