Si bien desde la Confederación General del Trabajo (CGT) se esperaba una mayor convocatoria, el balance del paro del jueves 10 dio cuenta de que la medida de fuerza quedó bastante trunca.
Entre las principales razones se cita al funcionamiento de los servicios de transporte durante la jornada, dado que tanto UTA como AOITA resolvieron adherir de forma simbólica al paro, al mismo tiempo que los colectivos urbanos e interurbanos funcionaban con normalidad.
Fue a raíz de esta situación que los comerciantes de la capital cordobesa pudieron abrir sus locales, especialmente aquellos radicados en el centro de la ciudad. El paro tuvo peor performance en el sector industrial, donde el acatamiento fue apenas del 14%.
Según informó la Unión Industrial de Córdoba, el ausentismo en las fábricas fue prácticamente nulo, a excepción de las plantas de Renault, Volkswagen y Fiat. Aún así, la adhesión del sindicato de Camioneros al paro sí tuvo incidencia en el sector de logística.
Otro sector donde los alcances de la medida de fuerza fueron escasos es el de los colegios, donde la adhesión en la capital fue de apenas el 65% y 75% en el interior, según la UEPC.
Finalmente, en otros sectores la cuestión fue más variada: los Tribunales cordobeses no estuvieron funcionando dada la adhesión del gremio de empleados judiciales, mientras que en el Aeropuerto las aerolíneas low cost funcionaron con total normalidad.