Un reciente estudio del observatorio de Industriales PyMEs Argentinos (IPA) reveló que entre enero de 2024 y el mismo mes de 2025 unas 12.259 empresas no pudieron sostener el funcionamiento y debieron cerrar sus puertas. Esto implica una reducción de 511.630 empresas registradas que había en 2023 a unas 499.371.
De acuerdo al informe, una de las principales causas fue la política económica del Gobierno Nacional, sumada a la recesión, la presión impositiva y el panorama de incertidumbre en general que atraviesan las empresas nacionales ante la apertura indiscriminada de importaciones.
Pese al crecimiento de la economía del 5,6% en marzo, en el documento se aclara que tal recuperación ocurre desde una base comparativa «relativamente baja», sumado a que el primer trimestre del año marcó una salida técnica de la recesión.
Ahondando en los números, y con esto último en mente, el informe expresa que «el rebote económico ha sido sectorialmente desigual, con la intermediación financiera liderando el crecimiento (+29,3%) y un rezago persistente en sectores intensivos en empleo».
La caída en el empleo durante el mes de marzo alcanzó un nivel del 0,8% interanual, totalizando una pérdida de 74.811 puestos de trabajo. Las pérdidas más grandes se vieron en los rubros de la administración pública (-31.792), la industria (-18.172) y la construcción (-14.413).

El informe avanza estableciendo que si bien la producción industrial tuvo una mejora del 8,5% interanual en abril y viniendo de cinco meses consecutivos de suba, tal recuperación también se origina sobre niveles bajos y una base de comparación deprimida.
En ese sentido, desde IPA se remarcó que también pese a la mejora hay rubros que continúan en contracción, siendo este el caso de los de químicos (-0,3%) y metales (-7%). Asimismo, las MiPyMEs manufactureras siguen todavía por debajo de los registros de crecimiento, dadas las restricciones de demanda y acceso al crédito.
En palabras del presidente de IPA, Daniel Rosato: «el cierre de unidades productivas se ve con claridad en la caída del empleo», y sobre esa línea remarcó que la situación puede devenir en «una catástrofe social generada por el desempleo, si es que se mantienen las condiciones que están obligando a los sectores productivos a achicar puestos de trabajo registrados ante la caída impactante del consumo».
Respecto a los planteos desde Nación sobre su plan económico, Rosato aseveró que «las condiciones macroeconómicas son importantes, pero demasiado insuficiente para que las fábricas argentinas puedan competir contra empresas extranjeras que importan sus productos a través de subsidios, financiamiento barato y un plan para generar trabajo en sus países».
Y en ese sentido, agregó que «el crecimiento económico que se está manifestando solo beneficia a sectores que no generan valor agregado, ni riquezas genuinas (…), es ahora en donde el Gobierno debe demostrar si tiene un plan para el sector productivo o piensa dejarlo morir, porque el ritmo de destrucción de empresas es alarmante».