Más allá de la ciencia ficción, en la naturaleza existe un animal que tiene el poder de escapar de la muerte por siempre.
Conseguir la inmortalidad es uno de los sueños más deseados por los seres humanos.
En tiempos antiguos se creía en aguas y pociones mágicas que otorgaban la vida eterna.
La mitología de distintos pueblos habla de seres divinos que habitan el infinito.
Bajo el sustento de la fe, superstición y leyendas, historias de ese tipo se repiten una y otra vez.
Pero bajo las aguas del mar existen animales que rompen con el ciclo normal de la vida.
Desde chicos nos enseñaron que todos los seres humanos nacemos, nos reproducimos y morimos.
En el caso de un tipo de medusa, el proces se detiene en la reproducción.
Se trata de una ser pequeño, dos centímetros enpromedio, que vive bajo el mar y nunca muere.
Una medusa que consiguió la inmortalidad tras millones de años de evolución y adpatación al medio.
Básicamente, el animal logra reparar las partes dañadas de su cuerpo y simplemente rebobina el ciclo de la vida.
Es algo así como reencarnar en su propio cuerpo y renacer sin pedir permiso a la muerte.
La medusa Turritopsis nutricula fue descubierta en 1843 por el zoólogo francés René-Primevère Lesson.