Una verdadera rebelión se vive en Italia por quienes se niegan a contar con un pasaporte covid obligatorio.
A partir del viernes pasado entró en vigencia en Italia la obligación de los trabajadores de contar con un pasaporte sanitario.
Entre trabajadores públicos y privados, 23.000.000 de personas deberán contar con un carnet sanitario obligatorio.
Todos ellos deberán certificar su inmunidad para poder regresar a sus lugares de trabajo.
El inconveniente de la medida es que del total de trabajadores, 8.000 no se han vacunado.
Como anticipo de lo que han denominado como un «viernes negro», en Roma se produjeron enfrentamientos.
Manifestantes antivacunas coparon las calles en Roma y se enfrentaron a las fuerzas policiales.
Una de las amenazas que lanzaron los manifestantes es de un bloqueo del país durante cinco días.
También se espera que los trabajadores que se niegan a vacunarse tomen de nuevo las calles.
Los antivacunas reclaman su derecho a elegir y a no ser perseguidos o despedidos de su trabajo por tal decisión.
En el caso del personal portuario, 40% de los trabajadores no desean vacunarse.
Como rechazo al pasaporte obligatorio, los portuarios bloquearán hasta el 20 de octubre el principal puerto del país.
A la medida se sumarían los camioneros que amenazan con frenar los ingresos y distribución de mercancías.
Entre los grupos que apoyan la rebelión se encuentran los movimientos neofascistas como el caso de Forza Nuova.
Forza Nuova es el responsable de al menos una docena de protestas, entre ellas la que derivó en el asalto a una central obrera.
