Almohada

Dormir con o sin almohada es una de las dudas que más tienen las personas preocupadas por la salud del sueño.

Una buena parte de nuestras vidas, casi la tercera parte, la pasamos durmiendo.

Aunque podemos dormir en cualquier lugar, incluso parados, lo normal es que lo hagamos sobre una cama y una almohada.

Si consideramos la higiene del sueño, la almohada que mejor funciona es la que soporta la cabeza en armonía con la columna.

Ahora bien, algunos médicos recomiendan suspender el uso de las almohadas.

Es por eso que las dudas sobre si es bueno para la salud usarlas son cada vez más frecuentes.

Si una almohada es demasiado blanda o muy dura puede ocasionar algunos problemas como:

  • Dolores de cabeza, cuello y espalda
  • Contracturas
  • Entumecimiento de brazos y hombros
  • Estornudos
  • Entre otros malestares

Sin embargo, el soporte de cuello es vital para evitar que el cuello se extienda demasiado.

Durante el sueño, la columna debe mantenerse alineada con la cabeza, el cuello y los hombros.

Pero entonces, ¿en qué situación se recomienda prescindir de la almohada?

Pueden dormir sin ella quienes pasan la noche boca arriba y se mueven poco.

También se aconseja para quienes pesan poco y duermen boca abajo.

Básicamente, el beneficio que se obtiene es aliviar los dolores de espalda.

En consecuencia, si duermes de lado y te mueves toda la noche, debes usar almohada.

Otro detalle que determina el uso obligado de almohada es cuando el colchón tiene más de 6 años.