sismo

Durante el simulacro de sismo que todos los años por esta fecha realiza la población mexicana, la tierra tembló con impresionante fuerza.

Un sismo de 7.7 ocurrido ayer en México reavivó los recuerdos del desastre que dejó el terremoto del 19 de septiembre de 1985.

En la memoria de los herederos del pueblo azteca quedó grabada la pila de escombros y muertos que el movimiento telúrico produjo casi cuarenta años atrás.

Como si de una maldición se tratara, septiembre es el mes en donde la tierra tiembla con furia desenfrenada.

En esta ocasión, el epicentro se registró en Coalcomán, municipio del estado de Michoacán.

La onda expansiva del movimiento se sintió en buena parte del país y se confirmó la muerte de una persona.

Tanto en los municipios costeros de Tecomán como de Manzanillo, ambos pertenecientes al estado de Colima, reportan daños materiales.

Particularmente en Manzanillo, el mar ingresó a zonas urbanas y en un momento se pensó en un tsusami.

Respecto a los volcanes, los colosos de Colima y el Popocatépetl registran actividad tras el fuerte sismo.

El 19 de septiembre de 1985, bien temprano a la mañana, la tierra despertó, dejando muertos, daños materiales y una población temerosa.

Fue también ese hecho el que dio origen a la fuerza especial de rescate conocida como «los topos» que actualmente es reconocida en el mundo entero.

«Los topos» se especializan en rescates de personas sepultadas bajo los escombros o en lugares estrechos bajo tierra.

Después del 85, las medidas de seguridad en cuanto a la construcción edilicia cambió y la sociedad entendió la necesidad de los simulacros.

Así, todos los años, los mexicanos dejan lo que están haciendo a un lado y salen a las calles en septiembre de manera ordenada.

Además del 85, la desagradable coincidencia se repitió en 2017 y este mismo año. Aunque los científicos explican que las probabilidades son extremadamente bajas, la reiteración de sismos para la misma fecha merece el intento de estudiar esa coincidencia.