El fiscal Rubén Caro llevó a cabo la imputación de una vecina de Barrio Iponá a raíz del ataque, por parte de su perro raza pitbull, a un niño de 10 años.
Los hechos ocurrieron el pasado 30 de marzo en una plaza del barrio. Según fuentes policiales, el niño había llegado a la plaza para juntarse con un amigo, quien estaba junto a su madre y el perro. Al acercarse para saludar al canino, lo muerde y le genera lesiones en la cara.
La madre del joven atacado intentó comunicarse con la dueña del perro, pero nunca obtuvo respuesta alguna, por lo que procedió a denunciarla.
En declaraciones a Radio Universidad, el fiscal aseguró que se ordenó el secuestro del animal y se le administró el antirrábico. Afortunadamente, este no tenía rabia.
En tanto, la imputación actual es por Lesiones Leves Culposas, aunque la misma podría cambiar a Lesiones Graves Culposas dependiendo de la evolución del estado de salud del niño.