Ante el aumento de nuevos contagios, Italia y París organizan el regreso al confinamiento con nuevas medidas sanitarias.
El coronavirus parece no dar tregua en el mundo. Muestra de ello tenemos el duro momento que atraviesa Brasil.
Con cientos de miles de infectados, otros tantos muertos y la aparición de nuevas variantes, el virus gana terreno todos los días.
En el caso de Italia, las autoridades confirmaron el inminente regreso a la fase 1 de la cuarentena.
A partir de hoy y hasta el 6 de abril, las ciudades italianas con más de 250 contagios por cada 100 mil habitantes será confinada.
Mientras que París aún analiza las medidas de confinamiento. Pese a la demora en la toma de decisiones, París presenta una tendencia a la saturación del sistema sanitario.
Al respecto, las autoridades parisinas declararon que cerrarán en caso de ser necesario.
A este análisis habrá que sumar el fallido intento de toque de queda de las 18 horas a nivel nacional.
Respecto a las cifras angustiantes que reportan tanto Italia como Francia, la demora en la toma de decisiones es compleja.
Por un lado, las implicaciones económicas que acarrean los confinamientos son grandes.
Además, el estado de ánimo de los ciudadanos decae y favorece la rebeldía contra los cuidados sanitarios.
En el otro extremo, el más importante, se encuentran la imposibilidad de soportar la alta demanda de los servicios de salud.
Reconociendo que lo único irreversible es la muerte, Italia espera frenar con esta nueva cuarentena un poco al virus.