La inflación en Brasil subió más de lo esperado en el mes hasta mediados de marzo, el mayor salto en el período en siete años, mostraron datos el viernes, lo que destaca la presión generalizada sobre los precios a pesar del agresivo ajuste monetario.
El índice oficial de precios al consumidor de Brasil, IPCA-15, subió un 0,95% en el mes desde el 0,99% de febrero, pero por encima de la mediana de las previsiones de 0,87% de la encuesta de Reuters.
De acuerdo con la agencia de estadísticas IBGE, los nueve grupos de bienes y servicios encuestados registraron mayores precios, con destaque para alimentos y bebidas, que aumentaron el 1,95% frente al mes anterior.
La inflación subió a 10,79% en los 12 meses hasta mediados de marzo, también por encima del pronóstico de 10,69% de la encuesta.
Esto está muy lejos del objetivo de fin de año del banco central del 3,5%, lo que refleja una dinámica de inflación interna ya desafiante, más afectada por el aumento de los precios de las materias primas tras la invasión rusa de Ucrania.
El gobernador del banco central de Brasil, Roberto Campos Neto, dijo que la inflación debería alcanzar su punto máximo en abril y enfatizó que la cifra a corto plazo será «ligeramente más alta» de lo que esperaban previamente los formuladores de políticas.
A principios de este mes, el banco central elevó la tasa de interés de referencia del país en 100 puntos básicos hasta el 11,75 % desde un mínimo histórico el 2 de marzo del año pasado y anunció otra subida del mismo tamaño en mayo. Esto podría poner fin al ciclo de subidas de tipos que debería ejercer presión sobre la economía este año.
Reuters
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