gigante

El hallazgo de los restos de un gigante con cuernos confirma la existencia de seres con características únicas.

Los diarios norteamericanos de 1916 dieron a conocer el descubrimiento de un panteón muy particular.

Un grupo de investigadores desenterraron 68 esqueletos humanos entre los que se encontró la cabeza de un gigante con cuernos.

El hallazgo ocurrió en una ciudad del condado de Bradfor, Pensilvania, en 1880.

A partir de ese momento, una caja repleta de misterios y oscuras leyendas continúa abierta.

Entre las osamentas se destacan algunas que corresponden a personas que en vida superaban los dos metros.

Los testimonios de la época refieren que en el lugar del entierro se sucedieron hechos extraños.

Quienes transitaron la zona juran haber visto las apariciones de espectros gigantes con cabeza de carnero.

Conforme las historias sobre demonios crecieron, distintas teorías cobraron fuerza.

Para las culturas nativas norteamericanas, los gigantes emergieron del mar para habitar la tierra firme.

Mientras que los textos bíblicos hablan de los nephilims, una raza que surgió de la unión de ángeles con mujeres de carne y hueso.

Fueron los ángeles caídos quienes, desobedeciendo las leyes divinas, procrearon.

Los nephilims son mitad divinos y mitad humanos que se caracterizan por:

  • Estatura que podía superar los 1.000 metros.
  • Fuerza sobrehumana
  • Violentos en extremo
  • Misteriosos

Se los conoció como «los derribadores», «los caídos» y «los resplandecientes».

A lo largo y ancho de la historia de la humanidad podemos encontrar las referecias que las distintas culturas hicieron sobre los gigantes.

La Biblia asegura que desaparecieron de la faz del planeta después del diluvio.

Sin embargo, las evidencias físicas encontradas en la actualidad genera un terremoto de enigmas que superan la ficción.

Además de la descomunal altura, las cabezas con cuernos de los restos encontrados en Pensilvania condimentan las dudas.

Por lo menos podemos aceptar la posibilidad de que los gigantes no desaparecieron. A lo sumo fueron desterrados, evolucionaron y se adaptaron a la vida en la tierra.