Durante la jornada del miércoles, el ministerio de Economía de la Nación, Sergio Massa, anunció la puesta en marcha de un nuevo tipo de cambio diferencial (y temporal) para productores agroindustriales.
Este nuevo cambio establece un precio fijo de 300 pesos por cada dólar, y tiene como objetivo forzar el ingreso de 7.000 millones al Banco Central, cuyas reservas estaban seriamente debilitadas.
Si bien oficialmente al plan se lo denomina como Programa de Incremento Exportador, coloquialmente ya se lo bautizó como ‘dólar agro’, agregándose así a la increíble lista de divisas alternativas establecidas por el Ejecutivo Nacional, como el ‘dólar Qatar’ o el ‘dólar Coldplay’.
Dejando de lado la nota humorística, el programa se extenderá desde el 8 de abril hasta el 24 de mayo en el caso del sector vinculado a la soja; y del 8 de abril al 7 de julio para las exportaciones de economías regionales.
Tal y como en otros acuerdos referidos al agro, el Gobierno establece como condición que los signatarios participen del programa Precios Justos, a modo de que estos garanticen el abastecimiento interno a precios razonables.
También se establece, como condición para acceder al ‘dólar agro’, que se garantice el empleo en el sector.