La moda se aleja cada vez más de las tendencias para acercarse al estilo drop, una invitación a la exclusividad y al consumo sustentable.
Los tiempos de las grandes pasarelas y de las colecciones quedaron atrás.
De a poco transitamos hacia un período de cambios que afectan a todos los órdenes.
Las relaciones sociales son otras y las conductas de consumo también.
En consecuencia, una nueva forma de comprar y vender aparece en escena con criterios únicos.
Además de las cuestiones sanitarias, otros factores favorecen la gesta de un nuevo modelo de consumo.
Tenemos por un lado a un consumidor que le importa la inmediatez y la exclusividad.
Mientras que por otra parte, el debate por la sustentabilidad en las nuevas definiciones de moda se instala.
Las pasarelas persisten con la viejas recetas sin darse cuenta que otras opciones surgen con empuje inusitado.
Ese es el caso especifico de la moda drop.
Un drop es un fragmento, una cápsula de moda cuyo lanzamiento es limitado.
Se caracteriza por la creación de prendas o colecciones pequeñas cuyo tiempo de compra es «ahora».
Bajo este nuevo paradigma, el tiempo de espera de 6 meses para una nueva colección desaparece.
La moda es hoy y el mañana no existe.
Estar bajo un modo drop es aceptar no solamente la individualidad sino la diversidad de género.
Drop es también respetar la sustentabilidad del consumo por la disminución de prendas a producir.