Después de 3 meses y 10 días, la Justicia trasladó a Brenda Agüero -enfermera acusada de asesinar a varios bebés en el Hospital Materno Neonatal- a una celda común en la cárcel de mujeres de Bouwer.
La mujer se encontraba en una sala de confinamiento en la enfermería de la cárcel, en condiciones que de acuerdo a su defensa eran infrahumanas.
Tras un nuevo pedido de sus defensores, los letrados Juan Pedro García y Adriana Esther Paz, Agüero fue ubicada en una celda común junto al resto de las reclusas.
García, en declaraciones a los medios, mencionó lo siguiente:
«Ella estaba detenida en una sala de confinamiento en la Enfermería, sin contacto con ningún interno, solamente con los empleados del servicio y tenía baño dentro de su habitación, con un candado cerrado casi todo el día. Tenía que pedir permiso para que se lo habilitaran.»
Juan Pedro García – Abogado
De acuerdo al letrado, «psicológicamente ya no le hacía bien estar adonde estaba».
Ya del lado de la Justicia, los nuevos abogados defensores se encuentran a la espera de que la misma resuelva si acepta o no el pedido de oposición a la prisión preventiva para la enfermera.
Una vez resuelto el pedido, los abogados podrán decidir si piden ampliar o no su declaración indagatoria por los nuevos hechos atribuidos por el fiscal Raúl Garzón.
