Si eres del tipo de persona que no soporta o tiene miedo a determinados ruidos, este artículo te interesará.
Imagina alguna situación en donde el ruido que produce una persona o un objeto te saca de tus casillas.
Puedes sentir escalofríos, miedo intenso y hasta una sensación de furia que te recorre el cuerpo.
Estamos hablando de acciones tan simples como el rechinar de los dientes o tan complejas como un trueno.
A ese miedo irracional o furia desmedida que producen determinados ruidos a las personas se le llama fobia.
Cuando dicha fobia se relaciona a la sensibilidad selectiva del sonido recibe distintos nombres:
- Misofonía
- Ligirofobia
- Acustifobia
- Fonofobia
Quienes padecen este desorden suelen tener pensamientos violentos y episodios de furia intensa.
También pueden aparecer síntomas de ansiedad, ataques de pánico, histeria, malhumor e irritabilidad.
La fobia al ruido puede aparecer tras un hecho traumático y/o experiencias negativas durante alguna etapa de la vida. Generalmente, es en la infancia y en la adolescencia donde más casos de este tipo ocurren.
Desde los sonidos habituales como toser, respirar o comer, hasta los más complejos como gritos, disparos, entran en este tipo de fobia.
Aunque no existe una cura, las técnicas de hipnosis, relajación, psicoterapia, terapia cognitiva etc., ayudan a tratar los síntomas.
A las personas que odian ciertos ruidos, a tal punto de querer golpear a quien los produce, se les recomienda ayuda psicológica.