Papa Francisco

Más vivo que nunca, el Papa Francisco lanzó duras declaraciones contra los religiosos que le desean la muerte.

Tras la cirugía de colon a la que fue sometido, el Papa Francisco regresó al ruedo más duro e incisivo.

En esta ocasión destapó la interna que se vive dentro del Vaticano entre los que lo siguen y quienes lo desprecian.

Sin tapujos, Francisco declaró que algunos religiosos preparaban el cónclave para elegir a un sucesor.

El sumo pontífice fue sometido a una operación de colon el 4 de julio en Roma y permaneció internado 10 días.

En la cirugía se le extirparon 33 centímetros del intestino por una afección de diverticulitis.

Posterior a la cirugía, el religioso fue trasladado a su residencia ubicada en Casa Santa Marta.

Ahí se recuperó más rápido de lo esperado pero algunos de sus colegas analizaron el panorama un poco distinto.

Cada vez que se presume la renuncia o la muerte del Papa, los cardenales menores de 80 años se reúnen.

Dicha reunión se conoce como cónclave y el objetivo es, básicamente, postular candidatos y elegir al sucesor.

«Todavía vivo. Aunque algunos me querían muerto», declaró en un encuentro que mantuvo con Jesuitas en Eslovaquia.

El mensaje del papa de los últimos días incomoda a la cúpula más dura de la Iglesia católica.

Francisco declaró públicamente que el centro de la Iglesia no es la Iglesia y se manifestó en contra de la violencia hacia las mujeres.

Sobre este último tema recordó a la beata Anna Kolesárová, asesinada por un soldado al resistirse a una violación.

Dentro de la gestión del Papa también se encuentran las investigaciones sobre las arcas de la Iglesia. También debemos mencionar los juicios contra los casos de pedofilia, entre otros.