Marcha de organizaciones sociales

El Gobierno Nacional volvió a escupir hacia arriba, y esta vez el escupitajo tuvo importantes réplicas: Las declaraciones de la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner obtuvieron duras (o por lo menos según a quién se le pregunte) respuestas por parte de distintos punteros políticos.

¿Qué pasó ahora? Durante el acto del Día de la Bandera en la sede de la CTA, la Vicepresidenta apuntó contra ciertos dirigentes sociales por su uso de planes sociales de otras personas con fines políticos y/o personales.

En términos concretos, esto fue lo que dijo:

«El estado nacional debe recuperar el control, la auditoría y la aplicación de las políticas sociales que no pueden seguir tercerizadas. (…) porque a mí no me gusta que me quieran convencer de que esto es peronismo.

Eso no es peronismo, el peronismo es laburo, trabajo. El peronismo no es depender de un dirigente barrial para que me de la alta y la baja.»

Cristina Fernández de Kirchner – Vicepresidenta de la Nación

El carácter siempre tan directo declaraciones de la titular del Senado causó bastante furia entre los punteros, a quienes las palabras les pasaron (quizás) demasiado cerca.

Tal fue el caso de Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, quien respondió diciendo que el Gobierno Nacional estaba pactando (¿Pactando qué? Pactando. Nadie sabe) con «punteros repodridos de los intendentes».

Curiosamente, hace ya una semana surgieron versiones sobre una maniobra financiera -bastante «repodrida»- de dicha organización: Se le resta un 2% del Potenciar Trabajo a aquellos beneficiarios que militen en dicho espacio.

banner youtube

Aparentemente, este «aporte» sería para financiar el funcionamiento y las actividades del PO. Habrá mucho discurso sobre la justicia social dando vueltas, pero todo termina siendo tan vacío que da hasta vergüenza ajena.

Incluso hubo organizaciones, de las que se sintieron atacadas, cuyos dirigentes hablan en sintonías distintas. En el caso de Barrios de Pie, de donde salieron dos posturas: Una que contuvo tanto crítica como autocrítica, y otra que solo apunta a echar más leña al fuego:

«Me parece que tuvo un tono demasiado despectivo con lo que tiene que ver con la tarea de la militancia social (…). No comparto lo que dijo, pero entiendo que es parte de un debate que tenemos al interior del Frente de Todos.»

Daniel Menéndez – Subsecretario de Políticas de Integración y coordinador de Somos-Barrios de Pie

«Las mujeres somos protagonistas y dirigentas en las organizaciones que estamos en las calles, enfrentando el modelo de pobreza y precarización laboral de tu gobierno, Cristina Kirchner.»

Silvia Saravia – Coordinadora de Barrios de Pie

Invitamos a nuestra audiencia a sacar sus propias conclusiones.

Nadie niega que el Ejecutivo Nacional, en su composición actual, llevó a cabo un plan económico que resultó en que hoy en día la mitad del país esté sumida en la pobreza y que casi la totalidad de sus trabajadores estén en la informalidad, pero también cabe destacar cierto lavado de manos por parte de las organizaciones sociales mencionadas -ya fuera de forma directa o indirecta- por la Vicepresidenta.

Andar reteniendo cierta cantidad del dinero otorgado por los planes sociales no es una acción propia de una organización que busque la justicia social. El acto de militar no debería ser, bajo ningún sentido, algo que esté resguardado detrás de una cuota. La búsqueda de la justicia social -al contrario de como lo ve el Polo Obrero- no es lo mismo que afiliarse a un club o una sociedad de socorros mutuos. Se ve que sus dirigentes mezclaron los tantos un poco.

Sin mencionar, dicho sea de paso, que si bien ese 2% resultaría intrascendente, la realidad indica que no lo es. Actualmente, ninguno de los planes sociales que ofrece el Estado sirven (pese a lo dicho reiteradas veces por operadores mediáticos) como reemplazo a un sueldo genuino, y mucho menos para sobrevivir en un país asediado por la inflación. Un poco de sentido común, muchachos.