La nieve rosa es un fenómeno cuyo avance puede ocasionar una verdadera catástrofe a nivel mundial. Los científicos estudian la forma de frenar un evento que parece no tener freno.
Se conoce como nieve rosa y aunque su nombre parece naif, la verdad es que se trata de un problema muy serio.
Algunos atinan en llamarla ‘nieve de sandía’ por los pigmentos rojizos que la componen. La ciencia la define como un fenómeno causado por algas que se produce en zonas gélidas.
Chlamydomonas nivalis es el nombre científico de las algas que proliferan en las zonas polares. Cuando las algas proliferan y florecen, el color rosáceo aparece.
Aunque parece un hecho adorable, la realidad es totalmente opuesta. Los glaciares son severamente afectados por este tipo de plantas. La luz que llega hasta el hielo de color rosado favorece la destrucción de los mismos. Mientras el blanco refleja los rayos del sol, los colores oscuros absorben la luz.
En consecuencia, los glaciares de Norteamérica han disminuido 3 centímetros. La dimensión del daño parece pequeña pero es tan solo la punta de un iceberg que amenaza con derretirse.
Pensemos por un momento el futuro que nos espera si todos los glaciares se volverán al mar en forma líquida. La sucesión de hechos desfavorables no tendría fin. Para empezar, algunas ciudades simplemente desaparecerían.
Las inundaciones, el hambre y los cambios drásticos de clima serían la moneda corriente. Una buena parte de las especies dejarían de existir y la vida en su totalidad, tal y como la conocemos, sería un sueño.