ovnis

Mientras Estados Unidos confirma el derribo de dos presuntos ovnis, China reporta que hará lo mismo en las próximas horas.

Como en una fiesta infantil, China y Estados Unidos compiten por ver cuál de los dos revienta la mayor cantidad de globos.

Tras el derribo de un presunto globo espía chino, el gobierno estadounidense derribó otros tres objetos voladores no identificados.

Una de las naves no tripuladas surcó los suelos canadienses mientras que los otros dos volaban por los cielos yanquis.

Aunque se presume que el objetivo de las naves es recolectar información de manera clandestina, existen dudas al respecto.

Mientras crecen las especulaciones sobre una invasión extraterrestre, China aparece en escena.

El país rojo informó que fue detectado un ovni 24 kilómetros al este de Qingdao y que planea derribarlo.

A partir de ahí, las referencias a la crisis de los globos en un país globalizado llovieron como pan caliente en las redes sociales.

Sin embargo, el punto de la discusión se corrió hasta el umbral que roza la mitología y el misterio.

Con esta referencia a los ovnis, los gobiernos intentan eludir la responsabilidad que les corresponde. No obstante, las voces que reclaman una explicación certera sobre lo sucedido se escuchan por todos lados.

Para condimentar la triada, algunos comentan que no falta mucho para que los globos y los ovnis visiten Rusia.

Sea una cosa o la otra, la discusión sobre el objeto en sí parece no importar tanto como el deseo de saber la intención del mismo.

En caso de que sean globos espía, el asunto que en un principio parece simple no lo es tanto.

China explicó que el globo derribado tenía como objetivo recolectar información climática y se desvió de su camino. Pero la explicación llegó tarde.

Si es verdad que se tratan de ovnis, conocer la verdad requiere paciencia y un alto grado de honestidad, condiciones poco frecuentes.