Lempicka

El Art-Decó cuenta entre sus máximos exponentes con Tamara Lempicka, una diva que revolucionó el mundo de la pintura.

Tamara Lempicka es, quizá, la mejor representante del Art-Decó en el mundo entero.

Dueña de un estilo propio, Tamara descubrió a corta edad el placer por la forma.

Sus obras resumen y transmiten la forma desahogada de vida que experimentó.

Aunque no se tienen certezas sobre su vida, se cree que nació en Polonia en 1898 y vivió en distintos países.

Recorrió Rusia, Italia, Dinamarca, Francia, Estados Unidos y México.

Siendo de cuna burguesa, aprendió idiomas, artes plásticas y buenos modales.

Su juventud y parte de su madurez transcurrieron durante la primera y la segunda guerras mundiales.

Mientras permaneció en lugares como Italia o Paris, aprendió técnicas modernas de pintura.

Un análisis de sus cuadros nos permite observar la influencia que tuvo del cubismo, el fauvismo y el manierismo. Se pueden encontrar guiños al arte pop y al comic.

Sus obras se destacan por los autorretratos y los desnudos que le valieron la fama en toda Europa y Estados Unidos.

La crítica celebra el aire sereno, moderno y sofisticado que transmiten sus cuadros.

A pesar de haber muerto en el ocaso de su fama, el trabajo de Lempicka es considerado como un símbolo de todo un movimiento artístico.

Tamara falleció en México, lugar que supo adorar, y sus cenizas fueron esparcidas al pie de un volcán.